coches de embargo

coches de embargo

Una mujer ha denunciado recientemente ante la Polica Nacional lo que parece ser una estafa piramidal en un supermercado del barrio palmesano de Son Gotleu. La perjudicada alega que se ha quedado sin los 12.000 euros que invirti en un chiringuito financiero con la promesa de obtener un altsimo rendimiento. La Polica ya se ha hecho cargo del asunto y ha abierto una exhaustiva investigacin. Los agentes indagan si en el supermercado del barrio se ofrecen altos beneficios de un 40 por ciento a todos aquellos inversionistas que decidan depositar su dinero en productos financieros de dudosa fiabilidad. A saber cunta gente ha picado…

Pero es que además, esta práctica podría estar violando la normativa incluida en el actual Código Penal. En su artículo 380 establece que “el que condujera un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta y pusiera en peligro la vida o la integridad de las personas será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años”.

En este caso, el coche contemplaría varias posibilidades: que el resto de vehículos se detengan y le cedan el paso, que se detengan e inmediatamente prosigan la marcha, o incluso que no se detengan. Lo que suscita muchas dudas entre los expertos.

En cuanto al aspecto puramente militar, pronto veremos si Kiev est en condiciones de imponerse. Este tercer intento de recuperar el este es una especie de ltima oportunidad. Como en las dos ocasiones anteriores, las fuerzas ucranianas se han vuelto a quedar clavadas ante Slaviansk, donde ya han perdido dos helicpteros de combate. Por eso ayer se concentraron en un objetivo ms fcil, Kramatorsk, desde donde pueden completar el cerco a Slaviansk. La importancia estratgica de esta ciudad deriva en parte de que en sus minas de sal se encuentran los mayores depsitos de armamento del pas: varios cientos de miles de armas ligeras. Pero, sobre todo, Slaviansk es la ciudad mejor fortificada por las fuerzas federalistas y se parte de la hiptesis de que tomarla provocara una desbandada del resto de los activistas prorrusos en la regin. Sobre el papel es una hiptesis razonable. Es la misma con la que trabajaba Bachar al Asad cuando decidi tomar Deraa por la fuerza. De aquello hace ya tres aos y cien mil muertos.

Ya no se trata de que Ucrania est al borde de la guerra civil o se precipite hacia ella. En Ucrania ha comenzado la guerra civil. As lo reconocan ayer las autoridades de Kiev. Lo hacan en gran parte para justificar el uso de carros de combate y helicpteros de ataque dentro de sus propias fronteras; pero la realidad es que cuando algo as sucede, y hay medio centenar de muertos en una jornada, como sucedi el viernes, hablamos de una guerra. La crueldad con la que se despacharon los dos bandos en Odesa, y que culmin con ms de treinta manifestantes prorrusos quemados vivos o asfixiados, muestra que los ltimos vnculos entre las dos Ucranias se han roto. Ayer por la maana, los jvenes de la extrema derecha ucraniana, frente al edificio incendiado de la Casa de los Sindicatos, ponan a todo volumen el himno nacional ucraniano en las radios de sus coches para celebrar su victoria. Cuando se llega a ese punto, un pas cesa de existir y la guerra se convierte en el nico rbitro de las diferencias. La cuestin ahora es la duracin y el resultado.

Una mujer se sent esta semana en el banquillo de los acusados en los juzgados de Va Alemania por un delito de revelacin de secretos por una carta. La fiscala inicialmente le peda una condena de cinco aos de prisin por abrir la misiva de una compaera de piso sin su consentimiento. La sospechosa aleg en su descargo que no saba que estos hechos constituan un delito y que acarreaban una pena tan elevada. Al final, la pericia de su abogado defensor sirvi para lograr un beneficioso acuerdo con el ministerio pblico. El caso acab con una pena de multa. La acusada confes los hechos y se declar culpable de haber violado la correspondencia de su antigua compaera de piso. Su versin de que no saba que los hechos eran delito le sirvi tambin para lograr una rebaja.

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