Por ejemplo, ahora se subastan cuatro participaciones de un club de tenis en Mlaga (Tenis Jarazmin) por un valor de 2.000 euros. Tambin salen a la venta 723 participaciones (73.143 euros) de la Sociedad Planificacin yDesarrollo Secano de San Pedro (Madrid); o 21 acciones del parque de atracciones Terra Mtica en Benidorm con un valor de 4.284 euros; 305 participaciones de Aerojerez (68.028 euros);o incluso 2.306 acciones del Oviedo Club de Ftbol por 16.267 euros iniciales.
La iniciativa, según el citado diario, responde a la defensa de Matteo Renzi de que los vehículos oficiales son un símbolo de gastos innecesarios del gobierno en Italia. Y no es un argumento nuevo, pues llegó acometer subastas similares ya cuando era alcalde de la ciudad de Florencia. En uno de sus primeros mensajes como secretario del Partido Demócrata, recuerda La Repubblica, Renzi tuiteó: “¿Por qué debería un subsecretario tener un coche oficial? El subsecretario debe ir a pie”.
El plazo para constituir las garantías permanecerá abierto hasta el próximo 11 de abril y podrá hacerse en la Caja General de Depósitos (Paseo del Prado, 4), en cualquiera de las sucursales integradas en las delegaciones del Ministerio de Hacienda, o en las oficinas del Parque Móvil del Estado.
Obviamente el plato fuerte de las subastas son los inmuebles, en competencia con los bancos y el Sareb, y los coches. Hay pisos por menos de 10.000 euros, pero son los inmuebles industriales. El que sale a subasta con mayor valor es un complejo industrial destinado a cemento y hormigones, y formado por varias naves, con un precio de casi 7,1 millones en Palos de la Frontera (Huelva). Le sigue con 5,1 millones una nave en Castelln, y una parcela urbana en Valdemoro (Madrid) con un valor inicial de casi 4,2 millones.
En cuanto a los coches, en Mlaga se subasta un Maserati de gasolina, de 4.244 c.c. de 2009, por 50.000 euros. Por 30.000 iniciales en Asturias se puede conseguir unAudi con llaves pero sin documentacin, y en Badajoz, por 9.418 de salida, un BMW 730D que carece de motor de arranque y cubremotor y le falta la bancada trasera.
La sociedad italiana ha criticado en numerosas ocasiones el uso excesivo de coches oficiales, por lo que Renzi contaba con aprobar esta medida. En Florencia subast la mayora de automviles y a su disposicin quedaron dos coches, uno de ellos ecolgico y el otro hbrido.