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El impulso de las importaciones es una muestra del rearme de la industria y de los consumidores ante una mejor coyuntura económica. Así se puede constatar en la estadística hecha pública por el Ministerio de Economía, en la que aparece el fuerte crecimiento experimentado por el automóvil (23,3%), ligado a la mayor compra de vehículos, y el de los bienes de equipo (11,6%), vinculado al rearme de la industria para garantizar el suministro a su cadena de proveedores. Dos tercios del crecimiento de las importaciones proceden de la automoción, según destaca la nota de Economía, principalmente con compras de vehículos y componentes a Alemania, Reino Unido y Francia. “Las organizaciones están renovando y ampliando sus activos para elevar su producción y atender los nuevos niveles de demanda”, apunta Antonio GarcíaPons, secretario general de la patronal de bienes de equipo Sercobe. Pese a ello considera que no se debe desatender la exportación a los mercados internacionales y continuar estableciendo medidas de apoyo a la internacionalización. “Tan importante es diversificar los mercados como no perder aquellos en los que las empresas españolas han conseguido abrirse camino y ocupar una posición de referencia”, recalca.

Donde tienen (o tenemos) el problema es en su déficit de intercambio de mercancías y las principales partidas, vehículos y bienes de consumo en general, han superado los niveles de 2008. En el caso de los vehículos, el salvamento de General Motors y Chrysler – ya prácticamente digerido -, y con ella de buena parte del sector de componentes mundial, ha sido afortunado pero ya se ve que siguen sin poder aprovechar los mercados globales, empezando por el propio.

El dficit energtico se redujo un 3,7%, hasta los 23.549,2 millones de euros, mientras que el supervit no energtico registr la cifra de 9.840,1 millones de euros. La tasa de cobertura se situ en el 91,1%, es decir, 4,4 puntos inferior a la del mismo periodo del ao pasado (95,5%). Unin Europea y zona euro En los siete primeros meses del ao han aumentado las exportaciones a la Unin Europea y la zona euro pese a la dbil recuperacin econmica, seala el Ministerio. Concretamente, aumentaron un 4,5% (3,6% en 2013) y un 4,8% (2,0% en 2013) respectivamente. Destaca el aumento de las exportaciones a Alemania, que crecieron un 7,0%, a Portugal (8,7%) y a Pases Bajos (12,7%).

La estructura actual del comercio internacional es en buena parte el resultado de un diseño global liderado por Estados Unidos, que arranca del final de la Segunda Guerra Mundial y que, con la cooperación de sus aliados, ha fijado a la Superpotencia como centro corporativo y tecnológico, así como el primer mercado financiero y mercantil de la economía mundial. Sin embargo, esas reglas de juego parecen estar cambiando y prestar atención a ese hecho nos es fundamental, sobre todo si seguimos una estrategia macro global.

Los últimos datos sobre la salud del sector exterior, sin embargo, señalan que tras el alarmante pinchazo sufrido en el segundo trimestre del año, las exportaciones vuelven también a cobrar fuerza. La prueba está en un mes de julio que ha marcado un récord en la serie histórica que elabora el Ministerio de Economía, comenzada en 1971. Las empresas españolas vendieron al exterior en ese mes bienes por valor de 21.584 millones de euros, lo que supone casi un 9% más. Pero el hecho de que el consumo de los hogares y la inversión empresarial hayan por fin comenzado a activarse explica el fuerte desequilibrio que se aprecia en la balanza comercial.

España se ha convertido, sin competencia alguna, en el país de la eurozona en el que más crecen las importaciones, mientras que las exportaciones siguen ostentando el segundo lugar, solo por detrás de Alemania. Ambos datos son excelentes noticias de cara a la reactivación de nuestra economía, al tiempo que grandes retos para su consolidación. Las empresas exportadoras españolas han tenido un comportamiento extremadamente competitivo y audaz durante la crisis y ese tesón debe seguir manteniéndose en la recuperación. A ello hay que sumar ahora un deshielo de la demanda interna que hace menos de un año parecía todavía lejano y que hoy, con los datos en la mano, es una realidad que es necesario alimentar.

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