La opinión de Pablo Petovel: El “metele gas” es directamente proporcional. Al igual que pasa con los caloventores en pleno invierno y los ventiladores durante el alto verano, la gente corre al GNC cuando la diferencia entre el gas y la nafta se amplía. Cada año, si se compara la brecha de precios con el número de conversiones, la relación es directa. Esa diferencia llegó a ser 4 a 1 en 2011 y, oh coincidencia, fue el mejor de los últimos cuatro años. Entre 2007 y 2009, con el precio de la nafta casi inmóvil, el saldo entre conversiones y “extracciones” de equipos fue nulo. El año pasado, el gas subió más del doble (se pasaron sólo 10 mil), pero ahora, con la relación es 3 a 1, las expectativas crecen.
ver galeríaLa tercera fila del Fiat 500 L Living la forman dos butacas independientes, para un uso esporádico. La tercera fila es opcional, aunque el cliente que la solicite no deberá pagar nada. La forman dos pequeñas butacas que pueden recogerse en el piso del maletero cuando no se utilizan. Son aptas para personas hasta 1,65 metros de altura (niños o adultos). Doy fe de ello, ya que mido exactamente eso, y aunque bastante justo, encajé en ellas. Eso sí, la distancia de la banqueta al piso y la distancia respecto a la segunda fila es mínima, por lo que las rodillas quedan muy flexionadas. Para una persona de mi tamaño, todavía sobran algunos centímetros de altura al techo, suficientes para no castigar las cervicales en el supuesto de botar ante un obstáculo de la calzada. En estas condiciones, es fácil entender que estas filas accesorias son sólo para un uso muy ocasional, y preferentemente para llevar niños.
La modularidad, casi propia de un monovolumen, permite avanzar la segunda fila unos centímetros para ampliar la capacidad de carga, que puede llegar a los 638 litros. Si además plegamos esa segunda fila, el espacio se incrementa hasta los 1.584 litros. Y si abatimos el respaldo del asiento del acompañante, caben bultos de hasta 2,60 metros de largo. El volumen de carga es considerable, teniendo en cuenta que hablamos de un coche de sólo 4,35 metros de longitud, similar al de un Renault Mégane, por ejemplo.
ver galeríaEl poco espacio entre la segunda y la tercera filas en el Fiat 500 L Living requiere estar atento para no colocar los pies donde no se debe. Esta advertencia en el piso nos lo recuerda. La atención al detalle es buena, y hay suficientes huecos para sujetar botellas, conexiones para el Smartphone o incluso una bandeja abatible en el respaldo del asiento delantero, para que los pasajeros traseros puedan apoyar el portátil, por ejemplo. La calidad percibida es correcta, aunque algunos plásticos del salpicadero tienen un aspecto un tanto “duro”. El volante y el pomo de cambio forrados en piel compensan en cierto modo esta carencia. Por cierto, el pomo de cambio es para manos de gigante, no recuerdo un pomo de semejante tamaño en otro vehículo.
Más firme ver galeríaEl Fiat 500 L Trekking está enfocado para un uso básicamente urbano y en carretera. Sus aptitudes off-road son muy limitadas.Estos neumáticos son los que hacen que el ruido de rodadura sea más evidente en el 500 L Trekking que en el 500 L Living. No obstante, no es en absoluto molesto, aunque sabes que está ahí.
Se vende con un solo acabado. Incluye de serie las ya comentadas llantas de aleación de 17 pulgadas o los faros antiniebla con función direccional, aunque el climatizador automático bi-zona es opcional.