Hoy día apenas existen los “coches para todo”: el vehículo típico que servía para ir por carretera, por la ciudad e incluso asomarte al campo si hacía falta. Ahora los Seat Ibiza, los Volkswagen Golf y otros utilitarios son auténticos devora kilómetros y objetos de deseo. Sin embargo, que el coche para todo haya dejado de existir como concepto no significa que los coches se hayan vuelto “especialitos”, sino que ahora la oferta es mucho mayor y que podemos encontrar no el coche hecho por y para un público mayoritario, sino el coche perfecto, el coche hecho para mí.
Y el coche hecho para mí, que me levanto todos los días y tengo que soportar el tráfico de la ciudad, es aquel que resulta urbano a la par que permite escapadas ocasionales, ese coche que puedo elegir en un concesionario de coches de ocasión en Barcelona, donde dos de cada tres coches que se venden salen de uno de estos establecimientos. ¿Cómo encontrar el coche perfecto para una ciudad como Barcelona?
Un coche potente pero que gaste poco
Un auténtico fan del medio urbano nunca renuncia a un coche con un motor que le permita pisar el acelerador y responda adecuadamente a sus necesidades de huir autopista arriba, autopista abajo cada vez que llega un viernes a la tarde.
Pero un urbanita también tiene que soportar frenadas ante los atascos o rodar por un Eixample repleto de semáforos que se ponen en rojo cada pocas manzanas.
Por ello, el coche de un barcelonés no necesariamente tiene que tener una potencia que permita subidas por puertos de montaña en segundos, pero que si se da la ocasión, responda adecuadamente (que los Pirineos están a tiro de piedra).
Un coche que se sitúe entre los 80 y los 120 cv podría ser el adecuado para esta necesidad (mucho más razonable cercano a los 80 que a los 120 por otra parte). Tampoco hay que olvidar que según el barrio hará falta más o menos potencia. Los que viven en la zona baja no tendrán necesidad de tener que afrontar cuestas, pero los que viven en la zona alta, en barrios como el Carmel o el Guinardó, tienen en su día a día que enfrentarse a calzadas empinadas donde la potencia si les es clave, más aún si vienen de realizar compras de alimentación y va el maletero cargado.
Tracción delantera
Un coche con tracción delantera reacciona mejor en ciudad que uno de tracción trasera. La propulsión trasera suele tener reacciones más bruscas e imprevisibles, hecho que en un entorno abarrotado de otros coches no resulta muy adecuado.
El tamaño SÍ importa
Y más en una ciudad con cierta saturación de tráfico como Barcelona, el tamaño de nuestro vehículo debe importar.
A menos que tengamos plaza de garaje, algo muy recomendable en la ciudad condal si vivimos cerca de la zona centro, el coche cuanto más compacto, más cómodo nos resultará para desplazarnos en una ciudad donde encontrar una plaza de aparcamiento adecuada es una odisea.