La vida útil de un coche puede variar dependiendo de cómo lo usemos, si es por trabajo o por ocio; el tipo de trayecto para el que lo usamos, si es para recorrer grandes kilómetros por autopista o para callejear por la ciudad; y de qué tipo de acciones realicemos para su mantenimiento en correcto estado.
Dedicarle especial atención a este último factor, que es el que está a nuestro alcance, puede ser determinante para ahorrarnos bastante dinero en reparaciones costosas derivadas de no dedicarle un poco de mimo al coche.
Aquí van 5 consejos para alargar la vida útil de tu coche
Lavar el coche con frecuencia
Este tema puede parecer banal y puramente estético pero es que además de eso, mantener el coche limpio puede evitar que la suciedad sea un motivo de corrosión de la chapa y pintura del coche y por tanto derivar en problemas más graves.
Usar los auto lavados a presión es una buena idea para conservar limpios tanto faros como cavidades internas.
Revisar distintos niveles del coche
El aceite en el coche es primordial para el correcto funcionamiento del motor, pero ya no solo el aceite, sino los niveles de refrigerante, líquido de frenos y sobre todo los manguitos del radiador.
Si éstos fallan se puede dar una rotura de la junta de la culata y ésta es una de las reparaciones más caras en un coche.
Un chequeo antes de realizar un largo viaje puede evitarnos problemas.
Revisar el coche periódicamente
Si aconsejan pasar algunas revisiones de mantenimiento cada X kilómetros, ¡por algo será! No hacerlo puede suponer que se pasen por alto algunas pequeñas imperfecciones en el automóvil que a la larga deriven en reparaciones mucho más serias.
Aprovecha la facilidad de acceso a este tipo de servicios para el automóvil y evita mayores gastos futuros.
Sustituir la correa de distribución
Una rotura de la correa de distribución puede traer consigo graves daños en el motor. Los fabricantes aconsejan sustituir esta pieza cada determinados kilómetros o tiempo. Respeta estas indicaciones y revisa cada cierto tiempo su estado si haces muchos kilómetros con el coche.
Conducir sin brusquedad y con cambios fluidos
Una conducción brusca, además de engrosar nuestra factura de gasolina, provoca que el coche sufra acelerones, trompicazos y frenadas en las que los frenos y la distribución se clavan y se desgastan.
Lo mismo ocurre con los cambios de marcha. Si es un coche con cambios manuales, debemos realizar los cambios de manera suave, pisando el embrague hasta el fondo y acompañando cada marcha para evitar “rascadas” en el cambio de marchas que provoquen graves problemas con sus derivados costes de reparación.
Conseguir que nuestro coche dure más o menos tiempo, depende en gran parte de nuestra forma de cuidarlo y de nuestros hábitos en la conducción, así que está en nuestras manos alargar su vida. ¿Y tú, tienes en cuenta estas recomendaciones en tu coche?