Y en el modo Eco+ se reduce aún más la potencia (hasta 40 kW contra los 60 kW del motor original o los 50 kW en el modo Eco) y el par motor y la velocidad se autolimita a 95 km/h, mientras que el climatizador se desconecta. Es el modo de máximo ahorro, ideal cuando la autonomía es baja y no llegamos a nuestro destino.
Este vehículo deportivo puede equipar tres motores eléctricos, de 302 CV, 362 CV y 416 CV. El propulsor menos potente cuenta con una batería de 60 kWh, que permite una autonomía de hasta 390 km, mientras que los otros dos se asocian a una de 85 kWh, logrando una autonomía de 502 km.
El coche tiene tres modos de conducción, Normal, Eco y Eco+. El primero se pone automáticamente, mientras que para los otros dos se debe accionar un botón situado delante de la palanca de cambios. En el modo Eco el motor reduce automáticamente la potencia y el par del motor, al tiempo que se limita el funcionamiento del sistema de climatización para ahorrar energía. Con ello la velocidad se limita a 120 km/h y su capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h pasa de 12,5 a 15 segundos.
Y en el otro lado de la balanza está su precio de adquisición. Mientras que un Up de gasolina de 4 puertas (el e-Up solo se ofrece en esta versión de carrocería) con el cambio automático y el máximo equipamiento cuesta 13.955 euros, el e-Up con la misma carrocería, con un equipamiento incluso algo más completo cuesta 26.300 euros. En el precio del e-Up hay que descontar los 5.500 euros de ayuda, ya que es un coche que puede recorrer más de 90 kilómetros en modo solo eléctrico, pero aún se quedaría en 20.800 euros. Y Andalucía y el País Vasco ya tienen aprobadas o en fase de aprobación ayudas específicas para este tipo de vehículos.
Es cuestión de hacer cuentas, de estudiar cada caso y de ver si realmente nos merece la pena adquirir un vehículo como este, si nuestro caso se adapta al de un potencial usuario de uno de estos coches 100% eléctricos.
El BMW i3 llega al mercado con un nuevo concepto de coche, con una nueva factoría, con un bastidor de fibra de carbono y con un coche completamente diferente al resto de la gama del fabricante bávaro. Sin embargo, la filosofía de Volkswagen para el coche eléctrico es la contraria. Es hacer exactamente el mismo coche, con el mismo aspecto, con el mínimo de cambios con respecto al coche normal de gasolina o diesel, pero movido por electricidad. Y el objetivo es que el coche se fabrique en la misma línea de montaje que los otros.