Aquí llega un Mercedes Clase S a escala. Que no te quepa duda. Es así. Y no exagero. Basta un primer vistazo para darse cuenta de lo que se parece al buque insignia de la marca. También dentro da un salto espectacular en refinamiento y aunque detrás es algo más estrecho que el BMW (cuesta creer que este no sea un apartado fundamental en Mercedes) sabe cómo mimar a sus ocupantes con materiales de primera calidad y unos ajustes medidos al milímetro. En definitiva, una noble berlina que merece el calificativo de pequeño Clase S. Lo que no era tan noble hasta ahora era su motor 2.2 diésel, aunque eso ha cambiado por fin. Nunca fue un motor flojo en cuanto a prestaciones, pero parece que ahora le han enseñado buenos modales. En este modelo resulta increíblemente silencioso, aunque hay que tener en cuenta que el habitáculo lleva doble cristal. Un pequeño truco, sí, pero de lo más legal. También el cambio automático de siete velocidades causa ahora mejor impresión, aunque mantiene las dudas a la hora de reducir y no es tan obediente como en el caso del BMW. Con la suspensión neumática opcional ofrece un confort sin precedentes que marca un nuevo techo en la categoría. A eso hay que añadir una dirección directa y precisa que permite dirigir el coche con agilidad: en un tramo de montaña el modelo de la estrella no se va a achantar como pasaba antes, cuando Mercedes vivía obsesionado por la comodidad de los ocupantes y hablaba con desdén de la dinámica. Eso no pasa ahora, y con sus 204 CV, el Mercedes C250 BlueTEC se muestra muy divertido. Lástima que el precio sea tan alto, aunque eso en Mercedes siempre te lo esperas.
El de los familiares compactos con aspecto de crossover es un segmento al alza. Reciente han sido presentados los SEAT León X-Perience y Volkswagen Golf Alltrack, así que un modelo de estas características cobra cada vez más sentido. Además esta no sería ninguna locura para Peugeot, que en el anterior Peugeot 207 ya tuvo una carrocería familiar con tintes camperos: el 207 Outdoor.
Cada vez que se aloja en un hotel –como en el exclusivo Claridge’s en Londres–, Mariah Carey insiste en que monten un gimnasio justo al lado de su suite, en la que tiene que haber dos DVD y que únicamente pueden poner su música y vídeos, tanto ella como su mascota se bañan con agua mineral francesa y tiene la costumbre de pedir sales del mar Muerto para hacerse un peeling casero. Por si esto no fuera suficiente, además, reserva todas las suites disponibles en el hotel para que nadie pueda molestarla y, de paso, pueda alojar a su equipo de estilistas, peluqueros, publicistas, asistentes, representantes y personal de seguridad.
Madonna es otra con rarezas extravagantes. La diva del pop pide que se cambie el WC de la habitación donde se hospeda y que después de su visita se destruya para que no pueda ser vendido o subastado. En el hotel donde se quede tienen que apagar las luces del jardín por la noche para poder ver las estrellas, quiere rosas blancas recién cortadas a una medida exacta y tienen que modificar la distribución de la habitación a su gusto.
A diferencia de los dos modelos citados, el hipotético Peugeot 308 RXH no equiparía ningún tipo de tracción total, ya que el grupo PSA no tiene ningún sistema propio y todos sus últimos modelos con tracción total han sido versiones remarcadas de Mitsubishi, a excepción de las furgonetas preparadas por Dangel. En su lugar podríamos encontrar un Grip Control similar al del Peugeot 2008. Es un sistema sencillo, barato y efectivo. Realmente muy pocos clientes demandan la tracción total, ya sea en SUVs o crossovers.
En ActualidadMotor hemos probado el Peugeot 308 SW 1.2 PureTech Turbo de 130 caballos. Es un modelo muy atractivo que podría ver impulsadas sus ventas gracias a una estética más off-road, que siempre es un acierto. Además una suspensión ligeramente más alta podría ser la excusa perfecta para pequeñas aventuras por pistas sin asfaltar.