Según Lyons, que insiste en invitar a los desarrolladores a visitar la web de la firma para conocer el proyecto y pedir ayuda si tienen una idea, esto son solo los primeros pasos: “Buscamos compañeros de viaje. Hay muchas, muchísimas ideas por desarrollar. Desde programas para evitar que un conductor se quede dormido al volante o una mejor información meteorológica, a los propios medios de comunicación, que pueden conseguir una audiencia más amplia y con diferente interacción”. En esta línea destaca la labor de Die Welt en Alemania. “Cada día toman 10 noticias por la mañana y 10 por la tarde con intención de que se consuman al ir y volver del trabajo. Se locutan con gran esmero y se ofrecen al conductor”.
Lo que es muy real es mi Chevrolet Camaro y su precio: 92,57 euros. Es lo que me cuesta cada caballo del Camaro. Un precio insuperable si se tiene en cuenta que cada caballo del nuevo 911 cuesta 260 euros. En definitiva: 432 CV por menos de 40.000 euros. Más te vale darte prisa si quieres hacerte con uno, porque a partir de 2016 le dice ‘bye bye’ a Europa.
Por hoy, me he olvidado de los coches híbridos, los eléctricos de cero emisiones, la fiebre ‘downsizing’ y los motores supereficientes en general. Hoy he decidido sentir América en toda su magnitud. Quiero hacer ruido, mucho ruido. Quiero quemar rueda en el asfalto, y para eso no sirve un coche civilizado, sino este furioso, obsceno y vociferante símbolo de la libertad sobre ruedas que es el Chevrolet Camaro 2013.
Oscurece cuando llego a Los Angeles. El Hollywood Boulevard está bloqueado. Así que doy media vuelta, por la avenida Melrose, con tiendas de discos y tatuadores a los lados, pequeñas boutiques y bares oscuros. Aquí termina mi viaje en el nuevo Chevrolet Camaro. Por suerte, me quedan un par de monedas todavía para el parking.
Venga, pequeña bolita, sé buena y rueda hasta el número 21. Solo por esta vez. No va más. Cierro lo ojos y… “Dieciséis, rojo”. Y lo pierdo todo. Cuando no te queda nada, lo mejor es desaparecer. “Leaving Las Vegas”, que dicen por aquí. Fuera del Casino Bellagio me espera un Chevrolet Camaro 2013 amarillo limón. Gasto en él los últimos mil dólares que me quedan, y el Chevrolet ya es mío, inmediatamente, aunque con matices: solo alquilado, para hacer el recorrido que me llevará hasta Los Angeles. 500 kilómetros incluido un rodeo por el desierto de Rock Canyon. Allí encontraré la paz, lejos de la algarabía de Las Vegas. Solo el zumbido de mi V8. Desafortunado en el juego, afortunado en la vida. Yo y mi Camaro. Aunque solo vayamos a pasar un rato juntos. Pero menudo rato…
TomTom, la empresa especializada en GPS para automóviles, trabaja en un sistema de navegación que combina el móvil y las órdenes de voz mientras se conduce. “Estará lista este mismo año y va a ser sorprendente. Bastará con decir el nombre de un lugar o la dirección de dónde vive un amigo para tener una experiencia de navegación mucho más potente que lo conocido hasta ahora”.