Esa aclaración ayuda a comprender la elevada tasa de vehículos de motor de la comarca, ya que superan los 188.000 para los casi 267.000 habitantes del Campo de Gibraltar (dato de 2012). Eso supone que hay 1,42 personas por cada vehículo motorizado. La mayoría de ellos son coches (2,14 personas por cada uno).
Un ejemplo del peso que juega la confianza es la experiencia de Daniel Mayo. Este arquitecto, fundador de la empresa Vivood, se trasladó por trabajo hasta Valencia en mayo de 2013 y necesitaba organizar su nueva vida de la manera más rápida. A través de Eslife contrató los servicios de limpieza para su casa. “Me transmite mucha seguridad porque son ellos los que se encargan de buscar un personal de total confianza y nunca he tenido ninguna queja”. Esta plataforma, fundada por Richard Gracia y Eneko Ridruejo cuenta con más de 300 profesionales validados en Madrid y Valencia.
La delimitación geográfica que establece dicho informe sitúa a Algeciras y La Línea como cabeceras de la comarca. El área de influencia, de gravitación directa -indica-, incluye a las otras cinco poblaciones campogibraltareñas (San Roque, Los Barrios, Tarifa, Jimena y Castellar), la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules y las localidades malagueñas de Casares, Estepona, Gaucín y Manilva. Ello eleva en 98.000 personas la población estrictamente comarcal.
Otro indicador importante de la situación del consumo es el número de establecimientos de restauración y bares. En la comarca son 1.649 los existentes en 2012. Son uno por cada 162 campogibraltareños. Pese a que la cifra puede resultar alta ha sido un sector castigado por la crisis económica. El descenso respecto al año anterior ha sido del 18,8%, por encima de la media provincial (-14%) y de la andaluza (-18,5%). En la localidad en la que más se ha notado ha sido en Castellar (-42,3%), mientras que donde menos ha decrecido ha sido en La Línea (-6,6%).
Las calles América, Segismundo Moret y Barbate, a la altura de San Mateo, suelen ser las zonas más frecuentadas por estos vendedores, quienes, megáfono en mano, anuncian su mercancía a precios irrisorios. Un empresario de Astilleros dice que “son dos furgonetas que vienen todos los días, aunque hace unos cuantos días que no los vemos. Venden fruta de temporada y verdura y se ponen a partir de las dos de la tarde, cuando los niños salen del colegio y las madres vuelven a casa”.
Entre el consumo de la comarca, la alimentación engloba un gasto de 306 millones en la comarca (más 61 millones del área de influencia y el turismo), un 56% del total, y otros 242 millones en productos no alimenticios (más 46 millones del resto agregado).